jueves, 27 de marzo de 2008

Una de pijos (2)

El domingo pasado fui con R a comprar leña. Cuando llegamos al sitio había una pareja que estaba comprando. La conversación que tuvo la chica con el vendedor fue la siguiente:

Chica: Hola. Queremos algo de leña.

Vendedor: Muy bien. ¿Cuanta quieres?

Chica: Pues...depende. ¿A cuanto la vende?

Vendedor: A 7.5 euros.

Chica: ¿El kilo?


Desde luego, millonaria serás para pagar la leña a ese precio...

Una de pijos (1)

En unas pistas de esquí con mi hermana. Aparece una chavala con una tabla de snow a juego con su gorro y sus pantalones -deducimos que era para que supiera cual era su tabla-. La chica se acerca a una amiga suya que está tomando el sol y le suelta:

¡Jo! !Me he pegado una superhostia y he visto las superestrellas!


Todo con una voz superpija y una pose divina de la muerte, por supuesto. Sólo le faltó oler las nubes...

viernes, 7 de marzo de 2008

Ese diccionario... (2)

Mi hermana deja un día una lista con la compra en la que está escrito: lavaBajillas. Al ver la lista voy a hablar con ella.

Yo: Que burra eres tía. Lavavajillas se escribe con V (bueno, en Catalunya solemos decir B baja...pero lo escribo aquí bien que si no luego me pegan...).

Hermana: Ah ¿Sí? No tenía ni idea.

Yo: Pues claro. Va con V, como la vajilla de los platos.

Hermana: ¡Anda! Es que yo pensaba que era bajilla de persona bajita... Ya decía yo que no tenía ningún sentido ese nombre para un chisme de limpiar.


Jo... Y luego dicen en mi casa que la rara soy yo...

Va de mates (3ª parte)

Conversación entre una compañera de curro y mi madre:

Compañera: Oye. A tí que se te dan bien los números, a ver si me puedes ayudar.

Madre: (Sin levantar la cabeza del papel que está leyendo) A ver. Dime.

Compañera: Mira. Le vamos a hacer un regalo a Fulana entre doce. Cuesta 60 euros, pero cuatro sólo van a poner la mitad del dinero. ¿Cuánto nos cuesta a cada una?

Madre: (Con la cabeza enterrada en el papel todavía) Pues seis euros por cabeza y las de la mitad a tres.

Compañera: ¿Y si lo sumo todo da sesenta?


La sorpresa total fue cuando la compañera se pasó por la recepción y me comentó que mi madre era superdotada...

Y tú ¿de donde eres?

Este verano estuve con R, mi pareja, por la costa Brava. Una tarde, después de un día de playa, rocas y muuucho sol, nos sentamos en una terraza a tomar una cervecita bien fresquita.
Un guiri dejó el coche en medio de la calle, lo que motivo que lo comentásemos entre nosotros y acabásemos comentándolo con una parejita que estaba sentada en la mesa de al lado.
Lo cierto es que el chaval iba más pasao que poco lo que dio lugar a una conversación de lo más curiosa. Al final la conversación derivó de la siguiente manera:

Tío de al lado: (puesto hasta las cejas) Y vosotros ¿de donde sois?

R: De Barcelona. ¿Y vosotros?

Tío de al lado: ¡Anda! Nosotros también. ¿Pero de Barcelona Barcelona?

R: Sí, de Barcelona Barcelona. Concretamente del Guinardó.

Tío de al lado: Ah. Nosotros somos de un pueblo de al lado.

R: ¿Sí? ¿De cual? ¿Gavá? ¿Castelldefels?

Tío de al lado: Bueno... de al lado... ¡cerca! Somos de un pueblo de cerca de Barcelona.

R: Ah... ¿Granollers?

Tío de al lado: No. Bueno... ¿te suena un pueblo llamado Vic?


Hombre... al lado, al lado... hay unos 80 km... y pueblo...

viernes, 29 de febrero de 2008

Va de mates (2ª parte)

Cena de exalumnas del cole. Presentes: una esteticista, dos biólogas, una psicóloga, una licenciada en bellas artes, una profesora especializada en educación especial y la menda ingeniero informático.

Llega la hora de pagar:

Cualquiera: ¡Camarero!¡La cuenta, por favor!

Camarero: Son 77 euros.

Otra cualquiera: ¿Cuántas somos? ¿Siete no? A ver ¿Alguien tiene una calculadora?

Yo: No hace falta. Son 11 euros por cabeza...

Más cualquiera: ¡Ostias tía! ¡Qué pasada! ¡¡Cómo se nota que eres de ciencias!!

Una de las biólogas: No, no. Se nota que es ingeniero. Yo soy de ciencias y no tengo esa capacidad de cálculo.

En general: ¡¡Qué pasada, tía!!

Esteticista: Pues no sé... a mí no se me han dado bien las mates nunca. En realidad no se me ha dado bien nada que fuera estudiar... por eso me hice esteticista... pero vaya, que hasta yo sé que 77 dividido entre 7 son once...


La esteticista y yo todavía nos estamos riendo de la cara que pusieron. Luego no se quisieron venir de marcha con nosotras. No sé por qué...

Va de mates (1ª parte)

De jovencita estuve trabajando en un banco de sangre. Hacia de administrativa y me tocaba ir a recoger los datos de los donantes por los distintos pueblos y ciudades donde se hacian campañas de donación.

Al ser campañas de distinta duración y estar en distintos sitios, a final de mes tenías que contar las horas para ver si te habías pasado o te habías quedado corto. Normalmente estaban bastante bien programadas, pero si había un pequeño descuadre sabías que el mes siguiente tendrías más o menos horas para trabajar.

Pues bien, un día tuve la siguiente conversación con una compañera:

Compañera: Esto...Viajera, a ver si me puedes ayudar.

Yo: Sí, dime.

Compañera: Mira. Es que estoy sumando las horas que he hecho esta semana y no me sale. Se me descuadra.

Yo: ¿Qué te descuadra?

Compañera: Sí, mira: he hecho un día dos horas y media y otro día una hora y cuarto.

Yo: Bien.

Compañera: Eso tendría que dar tres horas y tres cuartos ¿no?

Yo: Sí, claro.

Compañera: Pues bien. No me da bien.

Yo: (empezando a sospechar algo...) ¿Qué significa que no te da bien? Ahí no hay error posible...

Compañera: Sí, sí, mira: yo he metido en la calculadora 2,30 + 1,15. Y me devuelve 3,45. ¡Eso son casi tres horas y media y no tres horas y tres cuartos! ¡Tres horas y tres cuartos deberían ser 3,75!



Explícale lo que es el sistema sexadecimal. Y encima se mosqueó cuando le pregunte si había ido al colegio...

martes, 12 de febrero de 2008

Tunning

Mis padres tuvieron que gastarse una fortuna en mí. Digamos que mmmmm.... tuvieron que tunearme bastante. A saber:
- Plantillas en los pies desde los tres a los seis años (pies planos).
- Gafas desde los cinco a los diez (un ojo vago o como diría mi madre, un ojo mirando a Almería y el otro a Vigo).
- Gafas de nuevo desde los once (miopía).
- Ortodoncia desde los once hasta los dieciséis (mejor ni explico, pero tiburón a mi lado no tenía nada que hacer).

Cuando descubrieron que además tenía la espalda torcida, mi madre me llevó al traumatólogo. No tuve que llevar un corsé, pero sí unos horribles tirantes para mantener la espalda recta. Cuando tienes trece años no es que haga mucha ilusión que digamos...
El día que fueron a ponérmelos no puede evitar decirle a mi madre delante del médico:

Esto me pasa porque soy la mayor y no sabíais hacerlo bien ¿verdad?. Yo fui un experimento y Hermana ya os salió mejor.


Mi madre y el médico todavía se ríen cuando se ven...

Ese diccionario... (1)

Conversación con mi hermana, ella viendo la tele y yo leyendo. Sale un anuncio de tostadas. La marca de las mismas es 'Silueta', antes bastante conocida.

Hermana: Ostras tía. No lo entiendo.

Yo: (Bajando el libro) ¿Que no entiendes?

Hermana: Ponen nombres a las cosas mal escritas y eso hace que la gente se confunda.

Yo: ¿Qué hay mal escrito? No estoy prestando atención a la tele, pero me parece que no está saliendo nada mal...

Hermana: Sí, tía. Fíjate en el nombre de las tostadas.

Yo: ¿Qué le pasa? Silueta.

Hermana: Pues eso: Silueta. Deberían llamarse Sirueta. Deberían escribirlo bien.

Yo: ¿Por qué? Está bien escrito. Es silueta.

Hermana: ¡Ah! ¿Sí? ¿Seguro? ¡Yo habría jurado que era sirueta! Y es una palabra que utilizo mucho.

Yo: Pues no. Es silueta.

Hermana: ¡Anda! Ahora entiendo porqué siempre que la utilizo en una redacción o examen me la tachan.



Claro, claro. Si te tachan siempre una palabra cuando te corrigen no quiere decir que la escribas mal. Es que el profesor no sabe como se escribe. Ayyyyyyy.....

martes, 5 de febrero de 2008

¡Pim pam pum!

El otro día tuve una conversación curiosa con el primo de mi novio. Curiosamente acostumbra a darme el parte de sus conquistas amorosas -como si a mí me interesaran algo-. Intento citar textualmente.

El viernes salí de farra ¡pam, pam! y entro en la disco ¡pim, pam! entonces me encuentro con una tía y venga ¡pim pim! total que nos hacemos unas copitas ¡pam pam! y así que nos vamos para casa y ¡pim pum! así toda la noche y al día siguiente ¡pam! y va la tía y me invita a desayunar. ¿Qué te parece?


Todavía estoy intentando descubrir si follaron o se pegaron una paliza mutuamente.

miércoles, 30 de enero de 2008

¡Eso no se dice!

Tuve hace poco una compañera de trabajo rusa. A pesar de dominar el español bastante bien, a veces utilizaba expresiones un tanto malsonantes para nosotros. Si además lo juntas con que trabajamos en un entorno donde hay diez hombres por mujer... pues el chascarrillo está asegurado. Esto ocurrió en una reunión donde estábamos, ella, ocho tíos más y yo:

Compañero 1: Hemos de inventar algo para hacer una migración de la base de datos A a la B.

Compañero 2: Sí, pero es muy delicado. Hemos de asegurarnos de no perder ningún dato o podemos tener muchos problemas. Hemos de ser muy seguros y fiables.

Compañera: Eso no ser problema. ¡Si nosotras chupar bien todo quedar bien y vosotros muy contentos!



¡Y tan contentos! Si ya no sé si trabajo en proyectos informáticos o en un burdel...

P.D: Por cierto, la traducción a lo que ella quería decir es que si capturábamos bien los datos no habría problemas... pero suelta eso delante de ocho tíos... todavía me pongo colorada cuando me acuerdo de las caras que pusieron.

Biba la kurtura

Siguiendo con las conversaciones con la amiga de mi hermana, un día me encontré con esta perla: estábamos viendo la tele y salió un anuncio de una película porno.

Amiga: ¡Anda! ¿Están enculando a esa tía?.

Yo: Pues parece que sí.

Amiga: ¡Ah! Pues con eso hay que ir con muchísimo cuidado.

Yo: (Previendo una de sus grandes argumentaciones) ¿Por qué? (Y quien porras me mandará a mí preguntar, claro).

Amiga: Porque así te puedes quedar embarazada.



Por más que le dijimos que es imposible, no nos creyó. Lo que me pregunto es que demonios hacía esta criatura cuando iba al colegio...

Eso es muy malo.

En la época en la que empecé a fumar me encontré un día con la siguiente conversación con una amiga de mi hermana.

Amiga: ¿Qué haces, tía?

Yo: Encenderme un cigarro ¿no lo ves?

Amiga: Pero, tía, eso que haces es malísimo.

Yo: ¿El qué? ¿Fumar? Ya lo sé.

Amiga: No no no.

Yo: Joder. Pues no me entero de nada. ¿Que es malo?

Amiga: Pues comer chicle mientras fumas, claro.¡Provoca cáncer!



Lo cierto es que, a raíz de esta conversación, no debería haberme sorprendido tanto con otras conversaciones que tuvimos posteriormente.

lunes, 7 de enero de 2008

Si hay negocios para todo...

El cuarto de baño de mis padres siempre estaba lleno de libros que me llevaba yo para leer. A mi padre le fastidiaba bastante el asunto, así que un día que estaba yo hablando con mi madre decidió abordar el tema:

Padre: Hola. No os vais a creer de lo que me he enterado hoy.

Madre: ¿De qué?

Padre: Han abierto una cafetería que además es librería. Y una biblioteca con sala de juegos.

Madre: Pues esas cosas están muy bien ¿no?

Padre: Pero eso no es nada: ¡nosotros tenemos un water-biblioteca! ¡Somos unos pioneros!



A pesar de jurarle y perjurarle a mi padre de que los quitaría, jamás me creyó. También es cierto que no dejé de hacerlo hasta que me fui de casa...

Buscando un respiro

A la sobrina de mi hermana le hemos regalado por Navidad un juego de magia. Lo abrió, estuvo un ratito jugando y vino a informarnos de como le iban los trucos:

Sobrina: ¡Viajera!¡R! ¡He aprendido ya dos trucos!

R: ¡Ah! Pues muy bien. A ver, enseñanoslos.

Sobrina: Noooo, que ahora necesito descansar.



Y eso con siete años. Cuando sea una maga famosa ni te cuento los humos que se va a dar....