viernes, 29 de febrero de 2008

Va de mates (2ª parte)

Cena de exalumnas del cole. Presentes: una esteticista, dos biólogas, una psicóloga, una licenciada en bellas artes, una profesora especializada en educación especial y la menda ingeniero informático.

Llega la hora de pagar:

Cualquiera: ¡Camarero!¡La cuenta, por favor!

Camarero: Son 77 euros.

Otra cualquiera: ¿Cuántas somos? ¿Siete no? A ver ¿Alguien tiene una calculadora?

Yo: No hace falta. Son 11 euros por cabeza...

Más cualquiera: ¡Ostias tía! ¡Qué pasada! ¡¡Cómo se nota que eres de ciencias!!

Una de las biólogas: No, no. Se nota que es ingeniero. Yo soy de ciencias y no tengo esa capacidad de cálculo.

En general: ¡¡Qué pasada, tía!!

Esteticista: Pues no sé... a mí no se me han dado bien las mates nunca. En realidad no se me ha dado bien nada que fuera estudiar... por eso me hice esteticista... pero vaya, que hasta yo sé que 77 dividido entre 7 son once...


La esteticista y yo todavía nos estamos riendo de la cara que pusieron. Luego no se quisieron venir de marcha con nosotras. No sé por qué...

Va de mates (1ª parte)

De jovencita estuve trabajando en un banco de sangre. Hacia de administrativa y me tocaba ir a recoger los datos de los donantes por los distintos pueblos y ciudades donde se hacian campañas de donación.

Al ser campañas de distinta duración y estar en distintos sitios, a final de mes tenías que contar las horas para ver si te habías pasado o te habías quedado corto. Normalmente estaban bastante bien programadas, pero si había un pequeño descuadre sabías que el mes siguiente tendrías más o menos horas para trabajar.

Pues bien, un día tuve la siguiente conversación con una compañera:

Compañera: Esto...Viajera, a ver si me puedes ayudar.

Yo: Sí, dime.

Compañera: Mira. Es que estoy sumando las horas que he hecho esta semana y no me sale. Se me descuadra.

Yo: ¿Qué te descuadra?

Compañera: Sí, mira: he hecho un día dos horas y media y otro día una hora y cuarto.

Yo: Bien.

Compañera: Eso tendría que dar tres horas y tres cuartos ¿no?

Yo: Sí, claro.

Compañera: Pues bien. No me da bien.

Yo: (empezando a sospechar algo...) ¿Qué significa que no te da bien? Ahí no hay error posible...

Compañera: Sí, sí, mira: yo he metido en la calculadora 2,30 + 1,15. Y me devuelve 3,45. ¡Eso son casi tres horas y media y no tres horas y tres cuartos! ¡Tres horas y tres cuartos deberían ser 3,75!



Explícale lo que es el sistema sexadecimal. Y encima se mosqueó cuando le pregunte si había ido al colegio...

martes, 12 de febrero de 2008

Tunning

Mis padres tuvieron que gastarse una fortuna en mí. Digamos que mmmmm.... tuvieron que tunearme bastante. A saber:
- Plantillas en los pies desde los tres a los seis años (pies planos).
- Gafas desde los cinco a los diez (un ojo vago o como diría mi madre, un ojo mirando a Almería y el otro a Vigo).
- Gafas de nuevo desde los once (miopía).
- Ortodoncia desde los once hasta los dieciséis (mejor ni explico, pero tiburón a mi lado no tenía nada que hacer).

Cuando descubrieron que además tenía la espalda torcida, mi madre me llevó al traumatólogo. No tuve que llevar un corsé, pero sí unos horribles tirantes para mantener la espalda recta. Cuando tienes trece años no es que haga mucha ilusión que digamos...
El día que fueron a ponérmelos no puede evitar decirle a mi madre delante del médico:

Esto me pasa porque soy la mayor y no sabíais hacerlo bien ¿verdad?. Yo fui un experimento y Hermana ya os salió mejor.


Mi madre y el médico todavía se ríen cuando se ven...

Ese diccionario... (1)

Conversación con mi hermana, ella viendo la tele y yo leyendo. Sale un anuncio de tostadas. La marca de las mismas es 'Silueta', antes bastante conocida.

Hermana: Ostras tía. No lo entiendo.

Yo: (Bajando el libro) ¿Que no entiendes?

Hermana: Ponen nombres a las cosas mal escritas y eso hace que la gente se confunda.

Yo: ¿Qué hay mal escrito? No estoy prestando atención a la tele, pero me parece que no está saliendo nada mal...

Hermana: Sí, tía. Fíjate en el nombre de las tostadas.

Yo: ¿Qué le pasa? Silueta.

Hermana: Pues eso: Silueta. Deberían llamarse Sirueta. Deberían escribirlo bien.

Yo: ¿Por qué? Está bien escrito. Es silueta.

Hermana: ¡Ah! ¿Sí? ¿Seguro? ¡Yo habría jurado que era sirueta! Y es una palabra que utilizo mucho.

Yo: Pues no. Es silueta.

Hermana: ¡Anda! Ahora entiendo porqué siempre que la utilizo en una redacción o examen me la tachan.



Claro, claro. Si te tachan siempre una palabra cuando te corrigen no quiere decir que la escribas mal. Es que el profesor no sabe como se escribe. Ayyyyyyy.....

martes, 5 de febrero de 2008

¡Pim pam pum!

El otro día tuve una conversación curiosa con el primo de mi novio. Curiosamente acostumbra a darme el parte de sus conquistas amorosas -como si a mí me interesaran algo-. Intento citar textualmente.

El viernes salí de farra ¡pam, pam! y entro en la disco ¡pim, pam! entonces me encuentro con una tía y venga ¡pim pim! total que nos hacemos unas copitas ¡pam pam! y así que nos vamos para casa y ¡pim pum! así toda la noche y al día siguiente ¡pam! y va la tía y me invita a desayunar. ¿Qué te parece?


Todavía estoy intentando descubrir si follaron o se pegaron una paliza mutuamente.