Abuela: ¡Anda! ¡Después de tanto tiempo! ¿Por qué?
Yo: Porque no nos iba nada bien. En ese caso es mejor dejarlo. Que él haga su vida y yo la mía.
Abuela: Pues la has fastidiado. Te vas a quedar para vestir santos.
Yo: Joder, abuela. ¿Por qué? Sólo tengo 26 años. Ya encontraré a la persona apropiada.
Abuela: Pues no, porque te gusta demasiado leer.
La lógica aplastante de mi abuela no es lógica para mí. Eso lo descubrí hace mucho.